L a seda es pura poesía. Desde tiempos remotos ha sido una tela preciosa y cotizada, fuente de inspiración para artistas y digna de ostentación para reyes y emperadores.
En el corazón de Florencia, los telares artesanos de Antico Setificio Fiorentino no han dejado de funcionar desde su apertura en 1786; creando las sedas más lujosas y exclusivas del mundo. La pequeña fábrica sigue tejiendo con métodos ancestrales que se remontan al Renacimiento, dando uso, aún, a un urdidor diseñado por Leonardo da Vinci y utilizando telares originales del siglo XVIII.

Damasco Pavoni.

Damasco Doria.

Taller de ASF con los telares manuales del siglo XVIII.
Disponiendo de trato directo con el taller florentino, en Veneris tenemos la oportunidad de ofrecer estos tesoros para aquellos proyectos más finos y suntuosos; recreando, bajo encargo, las telas que durante siglos se han conservado en los archivos históricos del taller, y que han vestido las estancias de palacios como el Kremlin de Moscú, la Villa Médici en Roma o el Palacio Real de Dinamarca.
Entre sus joyas encontramos tejidos como el Broccatello, o brocatel, compuesto de lino y chenilla dorada y creando diseños geométricos que evocan formas tridimensionales. O el cautivador Damaschi, que se compone de telas de damasco de un solo color con diseños estilizados o florales, creados en un acabado brillante y de bajo lustre. Y cómo no, el icónico Ermisino, tejido propio de la antigua fábrica de seda, un tipo especial de tafetán renacentista hecho con hilos de diferentes colores, para obtener tonos brillantes y fluidos, como una cascada de luz, y que durante siglos fue la marca distintiva de la nobleza más ilustre. También el Nemour, una tela del siglo XVI, llamada así por el tercer hijo de Lorenzo el Magnífico, Giuliano de Médici, duque de Nemours.

Urdidor basado en un diseño de Leonardo da Vinci.
La lista de tejidos de Antico Setificio Fiorentino es extensa y asombrosa. Son obras de arte que hay que saber apreciar, y que envolverá en un halo de belleza y misterio aquel mobiliario tan especial que hemos heredado de algún antepasado, y que tiene una gran significación para nosotros.


Cavalcata dei Magi, fresco de Benozzo Gozzoli (Florencia, 1459-1463). La seda siempre ha sido una fuente de inspiración para artistas.